De libros

En muchas oportunidades me sucede, y supongo que les sucederá a muchos, que retoman a la idea de que la lectura, te aísla por un momento de las problemáticas habituales que cada ser debe vivir a diario, valga la redundancia. Este verano, que para mi por hechos menores y no por eso también mayores, comenzó en noviembre. No el verano por su comienzo si no una especie de vacaciones predeterminadas que no vienen a la cuestión. La idea era que poder leer más libros de los que leía en épocas académicas fue realmente una emoción muy grande. Por lo cual atine a comprarme cada libro, que me parecía interesante y de a uno por vez, terminarlo para así comprar el próximo en la lista. La problemática de todo esto, es que soy una persona que retoma muchos detalles a la hora de leer un libro, cosa tal que me viene en contra ya que cada libro que elijo, así sea lo más largo que elegí en mi vida, esta premeditado anteriormente, por lo cual el tiempo de lectura y terminación del mismo aborda los 4 o 5 días. Lo que sucede es que al ser tan atrapante dicho libro, los tiempos se acortan y el dinero en la billetera también. Este verano desde noviembre voy leyendo 4. Y la realidad que es poco por lo que se espera de alguien que lee bastante. Y eso que estoy atinando a leer otras cosas, porque si no la billetera mía, la tarjeta de la familia y todas las monedas que pueda juntar, no resultaran viables para pagar todos los libros que pueda querer. Me doy cuenta hoy, que soy una sedienta de libros, no importa si los leo o no, y aunque todavía me falte la mitad de uno, ya voy pispeando que cosa nueva puedo comenzar cuando termine el anterior. Es una cosa de locos. Pero me gusta leer. Gracias